Hermandad "El Baratillo"

Lecturas de San José, esposo de la Virgen María

Como consecuencia de la suspensión de la Función Solemne en honor del Patriarca Bendito Señor San José por la pandemia del coronavirus Covid-19, previsto para el día 19 de marzo de 2020, les ofrecemos a continuación las lecturas del Santo, Titular de la Hermandad del Baratillo, así como los textos para la Liturgia en el Misal Romano.
 
Lectura del segundo libro de Samuel 7,4-5a.12-14a.16: El Señor Dios le dará el trono de David su padre.
 
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: -«Ve y dile a mi siervo David: “Esto dice el Señor: Cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre.” »
 
Palabra de Dios
 
Sal 88,2-3.4-5.27.29: Su linaje será perpetuo.
 
Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades. 
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad. R
 
Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
«Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades.» R
 
Él me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R
 
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Romanos 4,13.16-18.22: Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza.
 
Hermanos: No fue la observancia de la Ley, sino la justificación obtenida por la fe, la que obtuvo para Abrahán y su descendencia la promesa de heredar el mundo. Por eso, como todo depende de la fe, todo es gracia; así, la promesa está asegurada para toda la descendencia, no solamente para la descendencia legal, sino también para la que nace de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros. Así, dice la Escritura: «Te hago padre de muchos pueblos.» Al encontrarse con el Dios que da vida a los muertos y llama a la existencia lo que, no existe, Abrahán creyó. Apoyado en la esperanza, creyó, contra toda esperanza, que llegaría a ser padre de muchas naciones, según lo que se le había dicho: «As1 será tu descendencia.» Por lo cual le valió la justificación.
 
Palabra de Dios
 
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 1,16.18-21.24a: José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
 
Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. El nacimiento de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería denunciarla, decidió repudiarla en secreto. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo:
-«José, hijo de David, no tengas reparo en llevarte a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados.»
Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor.
 
Palabra del Señor
 
Misal Romano – San José, esposo de la Virgen María
 
Esta misa dice con vestiduras de color blanco.
 
Antífona de entrada (Lc 12, 42)
Éste es el criado fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia.
 
Oración colecta
Oh Dios, que con inefable providencia elegiste a san José
como esposo de la Madre de tu Hijo,
concédenos la gracia de tener como intercesor en el cielo
al que veneramos como protector en la tierra.
Por nuestro Señor Jesucristo.
 
Oración sobre las ofrendas
Al ofrecerte este sacrificio de alabanza,
te rogamos, Señor, que nos proteja en esta vida
la intercesión de san José,
a quien confiaste la misión de custodiar, como padre,
a tu Hijo unigénito.
El, que vive y reina por los siglos de los siglos.
 
Prefacio:
LA MISIÓN DE SAN JOSÉ
 
V/. El Señor esté con vosotros.
R/. Y con tu espíritu.
 
V/. Levantemos el corazón.
R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
 
V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R/. Es justo y necesario.
 
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
 
Y alabar, bendecir y proclamar tu gloria
en la veneración de san José.
Porque él es el hombre justo
que diste por esposo
a la Virgen Madre de Dios;
el servidor fiel y prudente
que pusiste al frente de tu Familia
para que, haciendo las veces de padre,
cuidara a tu único Hijo,
concebido por obra del Espíritu Santo,
Jesucristo, Señor nuestro.
 
Por él, los ángeles y los arcángeles
y todos los coros celebran tu gloria,
unidos en común alegría.
Permítenos asociarnos a sus voces
cantando humildemente tu alabanza:
 
Santo, Santo, Santo…
 
Antífona de comunión (Mt 25, 21)
Siervo fiel y cumplidor, pasa al banquete de tu Señor.
 
Oración después de la comunión
Renovados con este sacramento de vida,
te suplicamos, Señor,
que, por el ejemplo y la intercesión de san José,
tu servidor fiel y obediente,
vivamos siempre consagrados a ti
en justicia y santidad.
Por Jesucristo nuestro Señor.

 

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